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Mi encuentro con las Nuevas Musicas




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El Descubrimiento

Hacia 1990, una importante emisora de FM de Buenos Aires lanzó al aire un programa diario de una hora de duración, “The clock & the moon” (así, en inglés), seguramente a instancias del entonces Director Artístico de la Radio, que participaba además de un conjunto musical del género. La música de la presentación del programa no era otra que Celestial Soda Pop, de Ray Lynch.

El programa -de excelente manufactura- alternaba programación musical del género, tanto acústico como electrónico y a veces bordeando el jazz, con cuentos breves y frases leídas por la locutora con el tono justo para combinar con el clima creado por la música. Esto marcaba un gran contraste con algún otro programa en otra radio que pasaba obras del género pero prescindía del fundamento puramente musical y lo relacionaba con temas de autoayuda, la Era de Acuario, el individualismo y el...consumo.

Lamentablemente, “The clock & the moon” estuvo al aire sólo durante unas 160 emisiones.

Por aquella época, en Argentina no era fácil acceder a un CD player a un costo razonable; la única manera era grabar desde la radio, pero entonces no pude hacerlo.

La oportunidad llegó en 1991. La Radio emitió para la época de Pascuas una programación  especial -sin cortes publicitarios- de música del género. La experiencia se repitió en 1992. De aquel tiempo conservo 24 horas de grabación, aunque no sabía concretamente qué obras son y a quién pertenecen.

Con el tiempo fui interpretando estilos, observando discos y temas, y pude saber de quién son seis o siete de esos cassettes


Qué pasó despues

Sólo por aquella época se importaron CDs originales; los últimos son de 1999, y sólo he visto algunos títulos.

En Argentina sólo se editan CDs de Enya, alguno de Yanni y el último de George Winston, con los temas de The Doors.

Paralelamente la difusión es nula como música radial, aunque eventualmente pueden escucharse algunos temas como cortina musical o publicitaria

El Descatalogamiento

A mediados de 2000 las distribuidoras locales descatalogaron los CDs de Windham Hill y Narada.

Las disquerías que aun tenían algunos títulos, ante la falta de reposición y de mercado optaron por liquidarlos a precios irrisorios (Tower Records puso la mayoría a $ 5 o U$S 5). Se podía conseguir The Gift de Jim Brickman a $ 1 o Summer Solstice 2 a $ 2. Otros comerciantes conservaron el precio histórico de $ 22, a pesar de no haber mercado.

Sin duda fue una buena época para la cacería. Recuerdo una semana de maratón por todos los locales de Tower... Así pude conseguir 27 CDs.


El fin de la Convertibilidad

En Diciembre de 2000, el endeble gobierno de De La Rua ya no pudo sostemer la situación, y la convertibilidad de la moneda (1 a 1 con el dólar americano) instaurada por el desastroso gobierno mememista que hizo estragos en el País terminó de hecho. Inmediatamente la paridad fue de $ 1.40 por dólar, para luego trepar hasta casi $ 4 por dólar. Así, la mayoría de los artículos importados tomó precios insólitos, ya que los salarios no tuvieron variación en más prácticamente desde 1992.

La importación de CDs virtualmente se cerró y todos los que había en la calle desparecieron.

Hoy es IMPOSIBLE conseguir cualquier CD de esa épocaen las grandes disquerías. Sólo alguna tienda pequeña puede conservar algo de lo que fue el auge, allá por el inicio de los '90s.