Asi fue que, cuando la ví, concretamos un intercambio de CDs, y pude disfrutar más de esta obra, que, al igual que las demas, encuentran con Greg Joy una suerte de desnaturalización (no en un sentido despectivo) de los aires celtas tradicionales, transformándolos, o adecuándolos más al oído de quien gusta del estilo mas suave del mal llamado New Age.
Hoy, desde el álbum Celtic Echoes