Un amigo mío, que toca la guitarra, está obsesionado con el modo de interpretación de Andy McKee; él dice que le saca al instrumento sonidos muy especiales... Mi oído no llega a interpretar semejantes sutilezas, pero no deja de reconocer el gran talento de este artista. Hoy, desde su segundo álbum, Dreamcatcher, editado en 2004 por el sello Razor & Tie
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