Pero lo que te traigo hoy, definitivamente es otra cosa: El título del álbum, Pure Joy, te anticipa lo que podés encontrar...
Otro mérito que tiene Walder es que, a pesar de que el oboe puede sonar peligrosamente próximo a un saxo -que me parece el primer instrumento candidato a ser vulgar-, en sus manos consigue un sonido único y personal.
Pure Joy; para disfrutar.
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